viernes, 1 de julio de 2011

Picol'eau uno de los mejores softbaits para rio y mar.


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Después de nuestro articulo explicando la técnica del Dropshot Drop Shot Técnica y nos decidimos a realizar unas pruebas de campo con el nuevo lanzamiento de Delalande, el Drop Shad. Un señuelo creado para esta técnica pero con muchísimas mas posibilidades que iremos descubriendo.
 
La idea era realizar las pruebas en dos escenarios muy diferentes. Una en agua dulce tras el Black Bass y otra en el mar tras algún depredador marino de temporada.
 
Como siempre posterior a las pruebas llegan las preguntas y desde el punto de vista didáctico que siempre nos gusta dar nuestros artículos estas preguntas que nos han surgido iremos detallanadolas y perfilandolas en futuras salidas de pesca, un alavor que todo pescador debe hacerse para evolucionar y crear nuevos patrones de pesca efectivos.
El equipo estubo formado por una caña de acción medium, trenzado del 0,15, carrete de spinning, cuatro sobres de Drop Shad de diferentes colores y plomos de dropshot de diferentes gramajes. ¡Vale! La compañía de Juan Luis y Palote la considerare como equipo también, que luego se me mosquean.
El lugar elegido una de las lagunas situadas en la zona de graveras de Arganda del Rey (Madrid) A priori un lugar complicado por la presión a la que son sometidas. Estas lagunas de aguas oscuras, en muchos casos con altos niveles de eutrofización ), son lagunas de fondos irregulares con la característica principal que desde la misma orilla alcanzan ya profundidades considerables, siendo un lugar a priori adecuado para pescar a Drop Shot desde la orilla.
 
Un escenario complicado y temperaturas altas de Julio en Madrid no era la situación ideal pero a eso de media tarde nos encontrábamos rastreando orilla en busca de algún Bass.
 
Con el calor me decidi a pescar muy cerca del fondo. Con plomos de 5, 10 y 15 gramos alargados para evitar enganches, anzuelo simple del nº5 y rastreando metro a metro. El sistema consistía en lanzar y dejar posar el plomo en el fondo. Hacer vibrar el vinilo con varios golpes de caña tensando y destensando la línea intentando no levantar el plomo del fondo. Después de varios golpes, recogemos uno o dos metros y volvemos a agitar el vinilo.
 
Manteniendo la paciencia y la constancia esta técnica da sus frutos, aunque estemos ante peces esquivos o con poca actividad. Costo encontrar el patrón pero después de la primera picada todo empezó a buscar su sitio. La cadencia de los golpes de caña, los lugares donde buscar y la forma de comer de los peces.
 
 
El resultado fue 6 capturas de porte modesto. No conseguí dar con un patrón para los colores pues empecé con color nácar y nácar con gliter plata, debido al tono opaco de las aguas y termine sacando peces con el negro y un cuarto color denominado crevette muy característico de la casa Delalande.
 
Después de la jornada llamada a la familia y comenzamos a valorar la posibilidad de realizar una jornada a mediados de agosto en aguas de Almería aprovechando mis vacaciones.
 
 
Drop Shot en el mar.
 
Lo primero fue plantearnos un escenario con posibilidades. Teníamos dos opciones, bien buscar róbalos desde playa o bien tantear desde embarcación un par de piedras que habían dado algunas jurelas de buen tamaño en jornadas atrás.
Nos decidimos por las jurelas, por que pensé que serian mas fáciles de tentar debido a que a mi juicio son mas agresivas a la hora de atacar señuelos, y por su actividad semanas atrás.
 
Desde el primer momento me di cuenta de que aquello no seria ni parecido a la jornada del Black Bass antes comentada y que solo con entusiasmo no sacaría algo positivo de las pruebas.
 
Las piedras se encontraban a unos 50 metros de profundidad con corriente de fondo. Los equipos utilizados fueron equipos ligeros de spinning marino capaces de trabajar sin forzarse con plomos de de 20gr a 50gr. Bajos de fluorocarbono de 0,40 y trenzado de 0,18.
 
El primer día sin mucha preparación lanzamos nuestros señuelos al fondo haciendo pasadas por la piedra. Golpes fuertes de caña para separar un par de metros el señuelo del fondo como en otras ocasiones hacíamos a jigging pero ni rastro de nuestras amigas. Los resultados nulos y el ánimo algo tocado. Parece que la cosa no iba a ser tan fácil
 
En la piedra y con algunas piezas en el cubo una picada muy diferente a la de los espáridos sorprende a mi primo Toni. Fuerza y combate para poner en la bañera del PortalPesca  una bonita jurela. Sin tardar otra picada en mi caña, misma carrera pero esta vez se suelta.
 
Sin tardar monto el vinilo y al fondo, empiezo lanzando y buscando poco a poco rastreando el fondo con la técnica antes descrita. Al tercer intento arreón. Como corren las jurelas, si este pez alcanzara pesos mayores desde luego seria uno de los reyes del mar. Después de una bonita batalla la primera jurela a Drop Shot aparece centelleante del fondo del mar. Rápido y al fondo. Gracias a las picadas a cebo que seguía teniendo mi primo sabía que seguían rondando la piedra.
 
 
La segunda jornada con el barco anclado cambiamos de maneras, intentando asemejarlo más a lo que hicimos el día de los Black Bass. Barco anclado y lanzábamos desde el barco, una vez el señuelo alcanza el fondo golpes de caña destensando el hilo intentando no levantar el plomo del fondo. Parece que nuestras amigas no estaban muy por labor de entrar a nuestros señuelos de vinilo. Por que estar estaban ya que sacamos dos con cebo. Del ánimo no comento nada por que sencillamente no me quedo.
En total fueron 4 jurelas con los Drop Shad. Unas salieron  con el plomo pegado al fondo y rastreando metro a metro y otras salieron pescando en la vertical al mas puro estilo jigging levantando el señuelo 20m o 30m del fondo

Conclusiones

 
Desde luego que se necesitan de más jornadas en el mar, para depurar la técnica y sacar conclusiones positivas, pero sigo convencido de las posibilidades de los señuelos de vinilo para pescar en el mar. Un largo camino el que tienen que recorrer esto de los vinilos en España para demostrar las grandes posibilidades que ofrecen para obtener la confianza de los pescadores en el mar.
 
 
Ya pasada una semana llamada de la familia. Al día siguiente con el sol asomando por el levante ya estamos camino de la piedra de las jurelas. La verdad que en mi animo no estaba el de volver a darme la paliza con los vinilos y tenia ganas de disfrutar de una jornada de chopas, pargos y sargos a cebo.